Antioxidantes: ¡qué palabra tan atractiva y fragante! Cuando pensamos en antioxidantes, nos vienen a la mente estas dos cualidades…
Los antioxidantes son atractivos porque nos aportan maravillosos beneficios. Son fragantes porque provienen, en la mayoría de los casos, de alimentos jugosos, sabrosos y olorosos. Los antioxidantes son un auténtico regalo del cielo, un tesoro muy bien diseñado por la naturaleza para mantener nuestra piel joven, tersa y bella.
Los beneficios de los antioxidantes para la piel
Entre muchas de sus funciones está la de reparar, revitalizar y regenerar las estructuras moleculares de las células de la piel.
Pero además de esto, los antioxidantes:
– Protegen frente al daño oxidativo de los radicales libres (contaminación, tóxicos en los alimentos ultraprocesados, suciedad…),
– Unifican el tono de la piel, reduciendo las manchas y evitando su reaparición,
– Suavizan la textura de la piel, ya que en caso de ser ingeridos a través de la comida suelen estar presentes en alimentos muy hidratantes y en caso de ser aplicados a través de cosmética ecológica, vienen acompañados de aceites vegetales de alta calidad…
Porque, aunque nuestro organismo dispone de su propio sistema de defensa, con los antioxidantes endógenos (sustancias que neutralizan la oxidación), esto hoy en día, no es suficiente.
Para hacer frente a la cantidad de agresiones medioambientales que sufrimos a diario, es importante ingerir antioxidantes a través de la comida y de la cosmética.
Alimentos antioxidantes para la Piel
Los alimentos antioxidantes más potentes y a la vez fáciles de encontrar (la clave está en que una comida saludable y antioxidante sea principalmente sencilla y accesible) son:
– Las hojas verdes: repletas de vitaminas, minerales y antioxidantes, protegen las células de la piel y estimulan su crecimiento, lo que permite que la piel no se arrugue tanto ni se dañe. Te recomendamos incluir hojas de espinaca, canónigos, lechuga morada, albahaca, perejil, cilantro, romero, tomillo…
– Los frutos silvestres: estas pequeñas bayas de colores rojizos o morados (frambuesas, arándanos, uvas o moras…) son una auténtica gema vitamínica y antioxidante. Su alta cantidad en flavonoides protege, revitaliza y reduce los signos de la edad.
– El cacao puro: proporciona resistencia a las arrugas y tiene efectos protectores frente a los rayos ultravioleta, ayudando a reducir la sensibilidad de la piel a la radiación solar.
– El aceite de oliva virgen extra: su alto contenido en polifenoles lo convierte en un auténtico aliado para reparar el daño oxidativo de los radicales libres. Además, conserva la elasticidad natural de la piel, dejándola suave y tersa.
– Los frutos secos: ricos en vitamina E, ácido fólico, magnesio, calcio, melatonina, vitaminas del grupo B, ácidos grasos Omega 3, los frutos secos, sobre todo las nueces de Brasil, los pistachos, las almendras y los anacardos, son la mezcla perfecta para prevenir la oxidación celular, ralentizar el envejecimiento y prevenir y/o suavizar las arrugas prematuras.
Incluir estos alimentos en tu día a día, bien masticados y saboreados, es esencial para lucir una piel joven, luminosa y natural.
Porque el que comemos es fundamental para mantener una piel tersa y radiante, pero el cómo comemos es todavía más importante. No somos lo que comemos, somos lo que digerimos y absorbemos.
Por eso, cada vez que comas uno de estos alimentos y en general (si es posible) en todas las comidas, date el tiempo y el espacio para masticar, saborear y tragar bien tus bocados. Esto facilitará la digestión, permitiendo así que el hígado pueda trabajar mejor y los nutrientes esenciales sean realmente funcionales. Si a esto le añades un par de respiraciones de agradecimiento, el combo es perfecto.
Antioxidantes Naturales para la Piel
Y sobre todo, recuerda que junto a esto es vital utilizar una cosmética natural y ecológica de alta calidad. Porque la piel debe ser nutrida por dentro y por fuera.
Y te preguntarás: ¿qué vitamina es antioxidante? Pues es parecido a la alimentación. Busca una cosmética rica en:
– vitamina A: su uso cosmético es muy interesante, ya que protege la piel de los daños causados por los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro, además ayuda a reducir la aparición de arrugas, otorgándole a la piel una apariencia más joven y tersa. También puede reducir las manchas, asperezas y el acné de la piel. Los principales aceites de uso cosmético que contienen Vitamina A en su composición son, el aceite de zanahoria, el aceite de rosa mosqueta, el aceite de aguacate y el aceite de germen de trigo.
– vitamina C: además de ayudar a desvanecer visiblemente las decoloraciones o disminuir las líneas finas y las arrugas, el empleo de un sérum con vitamina C también puede proporcionar protección antioxidante para ayudar a defenderse de los radicales libres dañinos para la piel. Unifica el tono de la piel. Atenúa las arrugas de expresión, gracias a la síntesis de colágeno y elastina. Aumenta la elasticidad cutánea. Mejora la firmeza.
– vitamina E: gracias a sus propiedades antioxidantes, la vitamina E protege la fórmula de la oxidación, además de inducir la acción de los radicales libres solar y medioambiental sobre la piel, previniendo así su envejecimiento prematuro. La Vitamina E la podemos encontrar de manera natural en algunos de los aceites vegetales más utilizados en cosmética, como es el aceite de germen de trigo (antioxidantes y antiinflamatorio), el aceite de almendras dulces, el aceite de argán, el aceite de pepita de uva (protege la piel de los daños causados por los rayos UV) y el aceite de sésamo.
En este caso, nuestros productos de la Línea Anti Age son perfectos para esto: diseñados con los mejores ingredientes antioxidantes, con la botánica más prístina y efectiva, no sólo mejoran la apariencia de la piel, sino que la nutren con componentes benevolentes y amables con el medioambiente.