Aunque existe la creencia de que las ojeras son un síntoma que se manifiesta por el cansancio o la falta de sueño, esto no es del todo cierto. Hay otros muchos factores que pueden estar contribuyendo en la aparición de las ojeras.
Además, existen diferentes tipos de ojeras, y cada uno necesita de un tratamiento específico y muchas veces personalizado.
Por eso hoy queremos hablarte de las razones por las cuales pueden aparecerte ojeras hundidas, cómo corregir las ojeras de forma natural y también cómo prevenirlas.
¿Qué causa las ojeras?
Antes de empezar, es importante saber que las ojeras se ven diferentes según el color de la piel: pueden ser púrpura, azul, marrón oscuro o incluso negro.
En algunos casos, se pueden considerar a las ojeras como pequeños mensajeros que nos invitan a cambiar nuestro estilo de vida, como cultivar una buena higiene del sueño o seguir una alimentación rica en ingredientes de calidad y alto valor nutricional.
La zona debajo de los ojos puede verse más oscura debido a la constricción de los vasos sanguíneos. Esto causa una hiperpigmentación o adelgazamiento de la piel alrededor de los ojos.
Las causas más comunes de las ojeras son:
- La falta de sueño o los malos hábitos de sueño
- Las alergias
- La hiperpigmentación, que ocurre cuando el cuerpo produce más melanina
- Anemia por deficiencia de hierro
- Sobreexposición a la luz solar
- Envejecimiento
- Fumar
- Herencia genética
- Retención de líquidos
- Deshidratación
- Dermatitis…
¿Qué tipos de ojeras existen?
Según la causa, una persona puede sufrir de un tipo de ojera u otro. Las podemos clasificar de la siguiente forma:
- Ojeras transitorias: suelen ser las más comunes y están relacionadas con la falta de sueño, el estrés y el agotamiento. Aparecen cuando no se duermen las horas necesarias o se está pasando por un momento de nervios y mucha presión. Su coloración suele ser azulada o violácea.
- Ojeras hundidas: se caracterizan por formar un surco profundo y pronunciado que abarca desde el lagrimal del ojo hasta la mejilla. Suelen aparecer debido al aumento de la flacidez de la piel por envejecimiento o cambios bruscos de peso.
- Ojeras por flacidez:aunque son muy similares a las anteriores, estas suelen venir acompañadas por las conocidas patas de gallo. Surgen debido a una sobreexposición solar, la gesticulación, el paso del tiempo y la deshidratación de la piel.
- Ojeras vasculares: su causa principal es la dilatación de los vasos sanguíneos y el adelgazamiento de la piel de los párpados. Suelen ser más comunes en personas con pieles claras, ya que la delgadez de los tejidos hace visible la red circulatoria que hay debajo.
- Ojeras pigmentadas: estas ojeras surgen debido al aumento de la melanina de la piel situada alrededor del ojo por causas genéticas o cambios hormonales. De color anaranjado o marrón, son más habituales en rostros de piel oscura o bronceada.
- Ojeras por alergia: cuando un elemento externo provoca una reacción alérgica en la zona ocular, esto genera la congestión de los vasos sanguíneos y, por consiguiente, la inflamación y marca debajo de los ojos, dando lugar a la ojera.
¿Cómo corregir las ojeras de forma natural?
Existen diferentes tratamientos naturales que pueden ayudarte a tratar las ojeras: saber cuáles son sus principios activos es la base.
El aceite de ricino es una buena opción para tratar las ojeras. Lo encontrarás en nuestro bálsamo labial, que también puedes utilizar como contorno de ojos y que estimula la renovación de la piel.
También existe la opción del extracto de gingko biloba para las ojeras. En este caso, puedes emplear nuestro contorno regenerador de la línea anti-age, porque además de descongestionar y drenar, el resto de los ingredientes de este contorno unifica el tono de la piel, nutre en profundidad y matiza manchas y arrugas.
Otro es la rosa mosqueta.
¿Cómo aplicar el aceite de rosa mosqueta en las ojeras?
Usa 5-8 gotas de nuestro serum regenerador de rosa, frota bien tus manos y da pequeños y suaves golpecitos sobre el área inflamada. Este elixir natural nutre, regenera, suaviza manchas, unifica el tono de piel y corrige el fotoenvejecimiento.